LIMA | Una de las razones por la que se presenta el fracaso escolar y los problemas sociales durante la edad infantil se deben al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un síndrome que se manifiesta a través del aumento de la actividad física, la impulsividad y la falta de atención.
Esta situación se observa a temprana edad, pero es recién durante la etapa preescolar que los padres notan con mayor claridad ciertas deficiencias en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
¿Pero cuáles son los signos que advierten la existencia de un TDAH? Según el doctor Hugo Díaz Velarde, director médico del Instituto para el Desarrollo Infantil ARIE, dichas señales varían de acuerdo con la edad del paciente.
"Las características principales se agrupan en tres: problemas de atención, falta de control del impulso e hiperactividad.
Según sea el caso, unas predominan más que otras", explica el doctor Díaz; quien además agrega que mientras son pequeños se pueden o b s e r v a r ciertos indicios, pero recién a partir de los cinco años el diagnóstico es más evidente.
CONSECUENCIAS EN LA ADULTEZ. El síndrome aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en la edad adulta. Por ello, un niño que no recibe un tratamiento oportuno para contrarrestar el TDAH presenta complicaciones en la adultez como dificultad para cumplir órdenes y obedecer reglas e impulsividad o falta de disciplina.
Por otro lado, también pueden ser personas muy capaces e inteligentes pero les cuesta enfocarse en objetivos específicos, y ello les trae problemas para alcanzar logros académicos o profesionales.
"Se trata de adultos muy inconstantes, tanto en el trabajo como en su familia. No suelen durar con una pareja y socialmente son personas sin mucho éxito", detalla el especialista.
Esta situación se observa a temprana edad, pero es recién durante la etapa preescolar que los padres notan con mayor claridad ciertas deficiencias en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
¿Pero cuáles son los signos que advierten la existencia de un TDAH? Según el doctor Hugo Díaz Velarde, director médico del Instituto para el Desarrollo Infantil ARIE, dichas señales varían de acuerdo con la edad del paciente.
"Las características principales se agrupan en tres: problemas de atención, falta de control del impulso e hiperactividad.
Según sea el caso, unas predominan más que otras", explica el doctor Díaz; quien además agrega que mientras son pequeños se pueden o b s e r v a r ciertos indicios, pero recién a partir de los cinco años el diagnóstico es más evidente.
CONSECUENCIAS EN LA ADULTEZ. El síndrome aparece en la infancia y puede persistir y manifestarse en la edad adulta. Por ello, un niño que no recibe un tratamiento oportuno para contrarrestar el TDAH presenta complicaciones en la adultez como dificultad para cumplir órdenes y obedecer reglas e impulsividad o falta de disciplina.
Por otro lado, también pueden ser personas muy capaces e inteligentes pero les cuesta enfocarse en objetivos específicos, y ello les trae problemas para alcanzar logros académicos o profesionales.
"Se trata de adultos muy inconstantes, tanto en el trabajo como en su familia. No suelen durar con una pareja y socialmente son personas sin mucho éxito", detalla el especialista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario